La basura es el único paraíso del que no podemos ser expulsados

11.05.2006

David Lee Roth - El garrulo que triunfó (I)

Hoy dedicaré unas líneas a un personaje cuya historia merece ser conocida, recordada y difundida. Quizá con la esperanza de que no vuelva a repetirse.

Este de la foto no es otro que David Lee Roth: judío neoyorquino sobrino de uno de los capos de la noche de la Gran Manzana y -ante todo- garrulo sin mesura y problemático frontman de la archifamosa megabanda de rock ochentero creada por los hermanos Van Halen.

Superestrella del rock duro, escalador temerario y experto en varias artes del mamporro -entre otras muchas y bizarras dedicaciones-, la vida de Diamond Dave viene siendo desde hace décadas un enorme tobogán cuyo descenso acelerado conduce sin remedio al fondo del más profundo y oscuro pozo en el que la humana dignidad puede caer. Sin embargo -y contra toda lógica- esta caída al vacío le ha reportado, como no podría ser de otra manera en un país y un negocio donde todo es posible, primero la popularidad, luego la fama y más tarde la aceptación y el respeto del público. Eso sí, ahora -treinta años después del comienzo de la debacle- es calvo como una bola de billar.

Un buen día de 1978 en que debía haberse detenido el suministro de cerveza en la ciudad de Los Ángeles, David Lee Roth -dado que no tenía nada que hacer- convenció a unos mierdas a los que les alquilaba los amplificadores, los Rat Salade (ex-Mammoth) para cantar un rato. Tras unos primeros momentos de vacilación e incertidumbre en los que Edward -guitarra-, Alex -batería- y Michael -bajo- abandonaban el Scattergories con gesto ceñudo para tomar sus respectivas posiciones, la música comenzó a sonar...

Primero unos ataques rítmicos del bajo...

uno, dos, tres, cuatro; uno, dos, tres, cuatro; uno, dos,...

Luego, un discreto acompañamiento de batería, con brillante acento metálico...

chst, chst, chst, chst!; chst, chst, chst, chst!, chst, chst,...

Seguidamente, un riff de guitarra abierto y simple que caía como un martillo justo en medio del ritmo base...

...kerrraanggg!! rraangg!!! kerrraanggg!!!

Y en medio de este agitado mar de sonidos, se escuchaba una voz...

"I live my life like there's no tomorrow
and all I've got, I had to steal.
Least I don't need
to beg or borrow.
Yes I'm livin' at a pace that kills
Oooh, yeah!!!"

Aguda como el silbato de un tren, la voz de David rasgaba el compacto muro de sonido que disparaban las decenas de válvulas incandescentes ordenadas en pulcras filas en el interior de los amplificadores eléctricos, todos de su propiedad -aunque comprados con el dinero que papá enviaba puntualmente a principios de mes desde la exclusiva clínica de oftalmología de NY- y que los mierdas de apellido holandés usufructuaban eventualmente. Tras un puente musical a base de apretadas líneas de tapping de guitarra sobre una linea bajo sobresaturado, David completaba su confesión con estas palabras:

"I found the simple life
ain't so simple.
When I jumped out on that road
I got no love,
no love you'd call real.
Ain't got nobody, waitin' at home"

La música terminó -como siempre pasa- y, durante unos segundos, un resto indefinible del sentimiento vertido quedó flotando en el ambiente. Ninguno de los cinco acertaba a explicar a que se debía este raro fenómeno, puesto que habían recogido las mayas de la tintorería esa misma tarde. Mas, con una mirada cómplice, todos se dieron cuenta de que, simplemente, había nacido de nuevo la magia del rock.

Y Eddie dijo: "A mi no se me escucha."

Y David dijo: "A mi menos."

****

Éste fue, digan lo que digan las crónicas oficiales, el origen de la más aclamada banda de rock de los primeros años de la década de los 80: Van Halen.

****

Otro buen día, años más tarde, en el 83 y ya en la cresta de la ola, con cinco discos grabados con Van Halen, actuaciones pagadas con talones millonarios y primeras portadas a todo color anunciando a los chicos del número uno de la lista de éxitos, David se hartó de la fama.

La popularidad no era el sueño dorado que imaginara tiempo atrás, cuando el impacto de sus primeros discos estableció a la ciudad de Los Angeles como la capital mundial de los rockeros amantes de la lycra y enemigos del cuero.

Estaba cansado de seguirle la corriente a los hermanos Van Halen, harto de limitarse a ser un mero satélite cuyo pálido brillo no era más que el reflejo de la única y verdadera estrella, ese maldito Eddie, cabezón y enclenque mocoso chuleado por su hermano Álex. ¿Quien se creía ser, ese Álex?; no era más que un matón que vivía a costa del pequeño Edward y que tocaba la batería sin siquiera quitarse los guantes de boxeo por si algún fan enloquecido se acercaba demasiado al seguro viviente de su futura jubilación.

¿Y qué decir de Eddie? totalmente enajenado en su sueño de Dios del mástil, de genio precoz, nuevo artista americano y sex symbol, no se daba cuenta de que todos se estaban aprovechando de su talento, si es que tenía alguno. Porque, ¿qué habia inventado?, ¿el tapping?, ¿aporrear la guitarra de forma aleatoria con todos los dedos de ambas manos a la vez?. Al fin y al cabo nadie notaba la diferencia y siempre había que explicarlo dibujándolo en una servilleta.

Visto lo visto, David se cansó y decidió hacer la guerra por su cuenta.

Tanto es así que, en 1985, los glaucomas, las degeneraciones maculares y las cataratas de los neoyorquinos tuvieron repercusión no sólo en la salud de sus ojos, sino también en la de sus oídos. Pues las facturas de la clínica paterna fueron a parar a la financiación de un EP con los primeros temas de Diamond Dave en solitario.

(Continuará...)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

como se nota que el que escribe no tiene ni zorra de lo que es una guitarra (tapping = aporrear)??
que se lo digan a Jorge Salán, Vai, Malmsteen etc., ellos ya se han beneficiado del que invento del del "mierda" de Eddy, y lo han aprovechado creando el metal neoclasico usando otras tecnicas como el sweeping.

Anónimo dijo...

mira, pringao, no tengo la culpa de que tú desconozcas los usos retóricos de la ironía.

y de tu comentario no se entiende ni la mitad... aprende a escribir.

aparte, estoy seguro de que tocas como el culo.

Anónimo dijo...

Releyendo tu comentario me ha subido nuevamente la bilirrubina y no he podido reprimir el siguiente

COMENTARIO:

1. Poseo una Washburn RG-711 con puente flotante y acabado sunburst, un POD 2.0 y un ampli Beringher de 100 wattios.

2. Conozco la discografía de Steve Vai mil veces mejor que tú.

y 3. Jorge Salán es un paria.